lunes, 29 de octubre de 2012

SENTIR


En un mundo basado en la mente, sentir nos da miedo. Numerosas convenciones sociales nos alejan de sentir o lo condenan.

Sentir es un estado profundo del alma, tiene que ver con la vida, la capacidad de experimentar, de comunicar de modo real,… 

Lo que piensas de alguna cuestión puede serme útil, lo que has vivido y sentido puede ayudarme mucho más. Entonces, ¿por qué rechazamos y condenamos el sentir? Quizá porque cuando estamos en las sensaciones el pensamiento cesa. Sentir es un estado natural de meditación.

Un modo de alejarnos del sentir es la sensiblería, diferente de la sensibilidad, en la que la mente toma el control de lo que deberíamos sentir, sin dejarnos experimentarlo. A modo de ejemplo: la mente nos dice cuando comer, porque es la hora,…, sin que hayamos experimentado ninguna sensación de hambre. Comemos sin saborear, sin tomar conciencia y disfrutar el momento, para llenar la insatisfacción de la mente, calmar la ansiedad,…, aunque luego tengamos una digestión difícil.

Sentir es reconocernos, reconocer nuestras sensaciones, nuestras necesidades, nuestros rechazos, lo que nos gusta y lo que no. Es reconocer a otras personas, tratar de descubrirlas en lugar de juzgarlas. Es experimentar cada momento, experimentar la vida en lugar de establecer normas sobre cómo se debería vivir.

La mente es un instrumento de la conciencia, una conciencia que necesita experimentar para valorar adecuadamente, que no puede quedarse en teorías respecto a la vida mientras se niega a vivir, mientras sueña que vive y tiene miedo de despertar.

¿Nuestros miedos nos dejan vivir? ¿Miramos la vida desde la ventana sin atrevernos a experimentar la brisa, el tacto de la hierba, una sonrisa, un abrazo, una caricia, un beso,…? ¿Podemos quedarnos observando cómo viven los demás, tratando de adivinar lo que sienten, elaborando teorías sobre lo que tendrían que hacer,…, sin vivir la experiencia personalmente?

Muchas veces a lo largo de nuestra “vida” es lo que hacemos. Aprendemos “cómo es la vida” por lo que alguien nos dijo y, si ese alguien escuchó que otro se había metido en el mar sintiendo el agua muy fría, no nos acercamos a la playa para no enfriarnos aunque sea pleno verano; sin pensar que tal vez fuera invierno cuando aquel “valiente” lo intentó, y decimos a todo aquel que nos quiera oír: no te mojes en el mar o te resfriarás.

Sentir es amar y amarse, pues cuando experimentas y puedes elegir esa es la sensación más deseable.

Un abrazo lleno de sensaciones.

Gracias por compartir tu experiencia dejando un comentario.

miércoles, 9 de mayo de 2012

GALAXIAS HUMANAS

 
Nuestra área de influencia es mucho mayor de lo que nos imaginamos. Influimos en la vida de personas que ni siquiera conocemos, como otras personas influyen en la nuestra sin que seamos conscientes.

Un hecho anecdótico: Hace tiempo, me encontré con un compañero de colegio al que yo no podía recordar. Él era capaz de recordar ese tiempo con total claridad, hechos y situaciones en las que yo había participado y que se habían borrado de mi memoria. Esto fue el principio de mi reflexión. Desde aquí, le doy las gracias por cada momento compartido y por esta enseñanza.

Es curioso que algunas situaciones que vivimos, a las que no damos importancia, puedan impresionar vivamente a las personas de nuestro entorno, hasta el punto de recordarlas muchos años después. Si alguien lo recuerda así, seguramente hayamos influido en su modo de mirar el mundo, cambiando su mundo a partir de ese momento. Esto también pasa a la inversa.

Mundos formados por personas que nunca llegaremos a conocer en la mayoría de los casos: de amistades, familia, hijos e hijas, personas de su ambiente de trabajo,… Muchas personas, en cualquier caso.

Ahora pensemos en todas las personas con las que hemos interactuado desde que nacimos: familia, compañeros de colegio, personas del barrio o del pueblo, amigos y amigas, personas del trabajo,…, todas las personas con las que interactuamos cada día. ¿Podemos imaginar, siquiera, a cuantas les cambió el día por una sonrisa, por una palabra nuestra, por algo que hicimos o dejamos de hacer?

Nuestra vida deja huella en el mundo, mucho más profunda de lo que podamos imaginar. ¿Qué huella quieres dejar?

Hagamos un bello mundo, aún cuando no lo podamos observar entero.

Infinitos abrazos para tantas personas.

Gracias por dejar tu aportación en forma de comentario.

viernes, 30 de marzo de 2012

ILUSIÓN

La ilusión es una fuerza transformadora de primer orden. Acepto que en ocasiones nos desilusionamos y nos duele, de ahí que en algunas escuelas se asocie la ilusión con el dolor. Acepto también, que en otra de sus acepciones, se asocia con lo no real: ilusionismo. Esta forma, llamada magia en ocasiones, nos presenta lo aparente y no lo real, como la mayoría de las cosas que vemos o hacemos cada día sin que pensemos que estamos en un espectáculo de ilusionismo.

Volvamos a la ilusión como fuerza transformadora, ¿hay alguien que no haya hecho alguna cosa con la ilusión de cambiar algo? Seguramente no. Las personas tenemos la ilusión de haciendo algo, nuestra vida cambiará y seremos más felices. Desde ahí, hacemos algo para impresionar a una posible pareja, para conseguir un trabajo mejor, para liberarnos de algo que nos duele, para…

Si somos conscientes de ese impulso y lo utilizamos conscientemente para transformar nuestra vida, tendremos la sensación de ser más felices. En lugar de darle vueltas a lo que no nos gusta, podemos decidir cómo queremos ser y caminar hacia allí. No es tan importante de dónde venimos como a donde queremos llegar. La ilusión nos permite superar los límites que hemos aceptado y reconocernos como seres creadores de mundos, de nuestro mundo.

¿Cómo quieres ser a partir de ahora? ¿Qué cambiarías para sentirte mejor?... Esto no cambia la esencia de quién eres pero sí la sensación del personaje que has creado, y con el que te identificas, permitiendo que esa identificación tenga menos de sufrimiento y más de alegría de vivir.

¡Feliz e ilusionante transformación!

Abrazos que desbordan ilusión.

Gracias por dejar tus aportaciones en forma de comentario.

viernes, 2 de marzo de 2012

LA PIEL

Nuestra protección natural y vehículo de comunicación se convierte, en ocasiones, en una limitación. Las normas sociales la han demonizado durante siglos en la cultura occidental y después se han exportado estas normas al resto del mundo.

Ver el cuerpo del otr@, tocarlo, amarlo,… pude ser un riesgo mayor, con penas más severas, que agredirlo,… No puedo encontrarle sentido a esto.

Una buena parte de ese rechazo, tiene que ver con la sexualidad, el impulso humano perseguido por excelencia. La imposición de las normas por la fuerza la ha convertido, en ocasiones, en un juego de fuerza y poder que la desvirtúa. Creo que esa persecución es la que enrarece la sexualidad, uniéndola a otras prácticas prohibidas, alejándola de la expresión de afecto, de amor, de placer, que la dan sentido. El hecho reproductivo es otra faceta de la sexualidad, que puede acompañar a las anteriores o no. Ahora, las técnicas de reproducción asistida, muestran que la sexualidad no es imprescindible en este caso.

Creo que gracias a la sexualidad hemos sobrevivido como especie y que es una energía de vida, la única capaz de transmitir la vida en toda su plenitud. La vida es ilusión, alegría, afecto, ayuda, satisfacción, encuentro, unión, aprendizaje,… Todo ello se da en un encuentro sexual pleno, no limitado por las normas, modas o costumbres.

No niegues la belleza de toda tu piel, no te avergüences de ella, no rechaces una caricia deseada, no niegues un abrazo,…, permítete vivir con gozo cada experiencia deseada.

Abrazos sinceros.

Gracias por añadir tu aportación en forma de comentario.

viernes, 10 de febrero de 2012

LÍMITES Y RELACIONES

El universo es ilimitado, hasta ahora nadie ha podido establecer los límites. Nuestra posibilidad de crear también, aunque alguien no lo vea. Entonces, ¿es correcto poner límites en las relaciones? Esta es una pregunta que se repite frecuentemente.

Nos cuestionamos si debemos dejar que nos impongan sus gustos, que nos digan qué hacer, que nos falten al respeto, que se aprovechen de nosotr@s, que nos agredan con su actitud y palabras,…, en aras a mantener una buena relación de amistad, de pareja, familiar, principalmente.

Pasado el tiempo, cuestionándonos sin cambiar nada, sin limitar sus expresiones, ¿en qué han mejorado estas relaciones?, ¿en qué estoy mejor?, ¿qué hubiera pasado si hubiera dicho esto no me gusta o esto me molesta?

Estas preguntas nos dan algunas claves. Si no pongo ningún límite, puede que la otra persona no se haya dado cuenta de que me está molestando, o simplemente la resulta más cómodo mientras no me queje, o…, y sigo sintiéndome mal. Si digo no a algo, con formas tranquilas, debería abrirse un espacio de diálogo que nos permitiera entendernos, conocernos mejor y mejorar la relación. En caso contrario, si la relación se deteriora, no estamos en una relación igualitaria, se nos está pidiendo una relación de subordinación, y debemos decidir si es lo que queremos, si nos podemos sentir bien en una relación así, o plantearnos dejar la relación.

Los cortes no son siempre fáciles pero, en la mayoría de los casos, se utiliza la cirugía para sanar o mantener la salud. Nuestra salud. La otra persona se tendrá que hacer cargo de la suya.

Las relaciones, como las hojas de los árboles, pueden ser permanentes o caducas. Estas últimas, cuando caen, dejan espacio y permiten que el árbol se nutra para que nazcan otras nuevas.

Vivamos relaciones armónicas y sanas, del modo que consideremos, valorando nuestro bienestar.

Abrazos infinitos, que no ilimitados.

Gracias por dejar tus aportaciones y comentarios.

miércoles, 1 de febrero de 2012

¿POR QUÉ SE ROMPEN LAS PAREJAS?

Aprendimos, en los cuentos, que cuando Cenicienta o el Sapo encontraban a su Príncipe o Princesa, comían perdices para siempre. Aprendemos, en la vida, que las relaciones no son siempre idílicas.
Las relaciones, como las estaciones, los días,…, son cíclicas. No esperamos altibajos, esperamos una ascensión constante, que todo sea como esperábamos, que la otra persona sea como la hemos soñado, sin tener que cambiar nuestro sueño. Cuando nos encontramos con que no sólo tenemos que cambiar nuestro sueño, sino que esta persona no es lo que habíamos soñado, que tenemos que adaptarnos y cambiar, que la vida es continuamente cambiante y las relaciones también, responsabilizamos a la otra persona porque nos ha decepcionado.
No aceptamos ninguna responsabilidad por no querer ver a la persona que decimos amar, por soñar en lugar de mirar, por pedir peras al olmo. Ahora podemos acusarla, perseguirla, castigarla,…, haciendo una relación insufrible de la que también la acusaremos. Claro, como no tenemos ninguna responsabilidad, no podemos cambiar nada y sólo podemos continuar sufriendo y haciendo sufrir.
¿Hasta cuándo dura una relación así? En ocasiones, toda una vida. En la mayoría de los casos, un tiempo limitado. Cuando todo se acaba, seguimos sufriendo sin aprender nada, considerándonos víctimas. Después de decepcionarnos, nos abandona.
Pasado el tiempo, volveremos a repetir toda la historia con otra persona, concluyendo que no merecemos amor y que nadie se merece nuestro amor.
Si no somos capaces de Amar, ¿cómo esperamos que el Amor se extienda por el mundo? Tagore decía: No puedes pedir paz con el corazón lleno de ira. Esperemos Amor con el corazón lleno de Amor, en las relaciones de pareja y en todas las otras relaciones. Como ya tenemos lo que buscamos, nadie puede negarnos lo que ya tenemos. Y que el Amor se extienda por el mundo.
Amorosos abrazos.
Deja tus aportaciones en forma de comentario. Gracias.

martes, 24 de enero de 2012

FELIZ AÑO DEL DRAGÓN DE AGUA


Este año chino comienza con vaticinios negativos para la economía y no quiero renunciar a la esperanza. Alguien dijo que el tiempo de crisis es tiempo de oportunidades y lo comparto. Una crisis personal es el espacio para revisar nuestra vida, hacernos cargo de nuestros actos, y renacer con energías renovadas, sabiendo que hay cosas que cambiar y la fuerza para hacerlo. Creo que sucede lo mismo a nivel de los estados y del planeta.

Si alguien nos dice en una crisis de salud que no tenemos cura y, además, es un doctor de reconocido prestigio, se incrementan las posibilidades de que no nos recuperemos. Si lo creemos así, será una profecía autocumplida.

Si no puedo caminar porque me rozan los zapatos y lo único que estoy dispuesto a hacer es cambiar de camisa, porque esta no me gusta, seguiré sin poder caminar.

En lo personal, como en lo mundial, se producen remisiones espontáneas, algo que ni los doctores pueden prever, cuando la persona hace cambios internos profundos. Algo que se escapa a las pruebas de diagnóstico. Y ahí, en aquello que se escapa al diagnóstico, está la solución, más allá de seguir maquillando al enfermo para que no se le noten las ojeras.

Esta es una gran oportunidad de despertar la conciencia personal y planetaria, de no dejar que utilicen nuestra atención desviada para el colapso colectivo y planetario. Nuestro pensamiento crea. ¿Qué estamos creando con él? Por este camino nos destruimos (pesimismo, depresión, tristeza, impotencia, miseria,…) destruyendo el planeta que ha de albergar a nuestra especie y a las otras muchas que ya estamos extinguiendo, imposibilitando el futuro, que no pasa sólo por lo económico, sino por lo climático, alimentario,… Hagamos cambios profundos.

¿Ya no le importa a nadie el imparable cambio climático? ¿No nos importa que el hambre acabe con miles de vidas cada día mientras se tiran toneladas de alimentos para especular con el precio?...

Despertemos nuestra conciencia individual para no permanecer impasibles ante hechos mucho más dramáticos que la fluctuación de la economía y busquemos soluciones colectivas para todo el planeta y las especies que lo habitan. Así, seguro que 2012 será un año de despertar de la conciencia, despertando nuestra cualidad más humana o más divina.

Que el mitológico dragón, fuerza positiva en China, nos guíe hacia el reencuentro con nuestra conciencia.

Cálidos abrazos de Amor y Esperanza.

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miércoles, 11 de enero de 2012

FRAGILIDAD Y FUERZA

La vida continúa y nos seguimos planteando lo mismo que se planteaban nuestros ancestros hace miles de años, seguimos buscando explicaciones a la vida, en lugar de vivirla. Incluso, a mi entender, hemos retrocedido. Ahora todo se tiene que explicar desde el mental-racional, olvidando el emocional, el espiritual, y sus relaciones con el físico. No importa que haya demasiadas cosas que no tengan respuesta desde ahí, ni que haya muchos hechos que no se puedan explicar.
Un diamante es bello, lo podemos considerar muy valioso, pero sigue siendo frágil. No resistiría un mal golpe, por eso es tan importante cómo se talla. La vida también es bella, muy valiosa, e igualmente frágil, con la diferencia de que al diamante lo protegemos de los golpes para mantener la forma lograda, mientras las adversidades nos permiten sacar nuestras mejores cualidades, esa talla perfecta que no acaba nunca. Ese proceso de aprendizaje y superación constantes que dan más valor a lo vivido. En ese proceso, seguimos impulsos de nuestras emociones y nos sostiene nuestra espiritualidad, independientemente del nombre que la demos, más real cuanto menos formal.
La espiritualidad, la ética, la conciencia, no son procesos aprendidos y nadie nos los puede enseñar. Como mucho, pueden ayudarnos en el proceso de descubrimiento, cuando los olvidamos, siempre que no traten de imponernos su sistema de creencias. Son valores intemporales que escapan a localizaciones geográficas, por desgracia poco valorados en el reinado de la mente-razón que estamos viviendo, sin los cuales la sensación de pobreza nos inunda y la trasladamos al mundo, haciéndolo más pobre, más injusto, menos solidario,… Negamos la abundancia ilimitada del universo en nuestro pequeño mundo.
¿Puedes decirme que la vida no tiene fuerza porque es frágil? En la imagen que acompaña, hay fuerza, por mucho que la flor y la mariposa sean frágiles o efímeras.
Que tu presencia transmita la fuerza de la vida, aún cuando no puedas asegurar que también estarás mañana.
Abrazos llenos de fuerza vital.
Comparte la fuerza de tus vivencias dejando tu comentario. Gracias.

lunes, 2 de enero de 2012

2012

Comenzamos un nuevo año, un espacio de tiempo cuya medida ha ido cambiando a lo largo de la historia, aproximadamente el conjunto de las cuatro estaciones climáticas y astronómicas. Este, dicen, es un año especial, un año de cambios.
Tal vez, los cambios no sean tan bruscos ni vengan de fuera. Nosotr@s somos quienes cambiamos, l@s responsables del cambio mundial.
A mi modo de entender, sí estamos en un momento de cambio como nunca antes en la historia de la humanidad. No tenemos referentes de algo similar en la historia de lo que hemos llamado civilizaciones. Hay cambios externos como el, ya indiscutible, cambio climático. Cierto que ha cambiado reiteradamente desde antes de la aparición de la especie humana y lo ha seguido haciendo después, pero nunca con la rapidez que estamos forzando. Una atmósfera irrespirable para los humanos y muchas otras especies se limpió de CO2 gracias a las plantas y, finalmente, este CO2 quedó en el subsuelo en forma de carbón y petróleo. La especie humana es la responsable de devolver una gran parte a la atmósfera, por la combustión de estas energías fósiles en menos de 200 años, provocando el efecto invernadero, el calentamiento del mar,…, y sus consecuencias: deshielo, aumento de presión sobre los fondos marinos, terremotos a consecuencia de esto,… Lo que está sucediendo, lo conocéis.
Opino que lo que sucede en el mundo, es consecuencia de lo que sucede en nuestro mundo interior. Que todas las personas que vivimos este momento estamos aquí porque así lo hemos elegido. Que es nuestro momento y nuestra responsabilidad. Que debemos hacer el cambio interno para poder llevarlo hacia el exterior, posibilitando la pervivencia de nuestra especie y de las muchas otras que estamos, o acabaremos, extinguiendo. No hay escusas. La crisis económica habla de un modelo insostenible y, si sólo queremos perpetuar el modelo, puede suceder que nadie lo disfrute.
No quiero ponerme catastrofista. Todo lo que digo es verificable, incluso algunos científicos ponen plazos cortos, más cortos que una vida humana occidental, para comenzar a vivirlo.
No esperemos a que cambien los demás, a que otros hagan los cambios. Esto también es una escusa. Cambiemos para que este planeta nos permita seguir viviendo, disfrutando de la maravillosa experiencia de la vida en él.
Sé que juntos podemos. ¡Hagámoslo! Ya no es tiempo de hablar solamente. Es tiempo de hacer. Hagamos un año memorable, aquel en el que la conciencia se hizo presente y posibilitó el futuro.
¡Os quiero!
¡FELIZ, AMOROSO Y CONSCIENTE 2012! ¡QUE LA ALEGRÍA Y LA LUZ LLENEN LOS CORAZONES!
Abrazos de vida y esperanza.
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