sábado, 24 de diciembre de 2011

NAVIDAD

Momento mágico y, en ocasiones, difícil. Celebramos muchas cosas: el nacimiento de Jesús, el solsticio de invierno, el amor incondicional (o no tanto), las fiestas del consumo,… Nos encontramos con nuestros vacíos: personas que no están, vidas que no son como desearíamos, encuentros familiares donde continúan sin abordar las mismas cuestiones de siempre,…

Momento de celebrar, de salir, de mostrarse obligatoriamente feliz, cuando la naturaleza nos enseña que es un momento de interiorización, de balance, de empezar gestar la que queremos que surja en primavera como germinan las semillas sembradas, como hibernan animales y plantas.

Momento de pensar en los demás, de grandes gestos, de … ¿sinceramente? Tal vez, si somos sinceros y no lo dejamos en unos días, sería un momento de transformación planetaria, de resurgir del Amor, de darle a la vida su valor (como nos enseñan los que se han ido), de acabar con el hambre físico y espiritual que no queremos mirar, de dejar de agredir, invadir, guerrear, dominar,…, de entender la hermandad de los seres, de cuidar la Arca de Noé llamada Tierra.

Momento de dejar de lado los porqués y celebrar juntos VIDA, AMOR, SOLIDARIDAD, ALEGRÍA,…, aunque la motivación haya venido de una marca de refrescos o de un anuncio de grandes almacenes.

Momento de recordar cuánto te quieres, a cuántos quieres y a cuántos eres capaz de querer. ¡Descubre tu potencial de Amar! Siempre descubrirás que en Amor, cuanto más das, más Amor experimentas. Aprovecha cualquier escusa.

Dicho todo esto, ¡FELIZ NAVIDAD!

Montones de amorosos abrazos navideños que se niegan a desaparecer después de Navidad.

Comparte tu experiencia picando en comentarios y dejando el tuyo. Gracias.

viernes, 16 de diciembre de 2011

ENERGÍA

Muchas son las formas de energía, tantas como lo que podemos ver, oír, sentir,…, y muchas más. Cada átomo contiene energía, los nuestros también, luego somos energía.
Nuestro cuerpo desprende calor y tiene un campo electromagnético que se puede medir. No voy a entrar en discusiones para diferenciar materia de energía. Desde mi punto de vista, y no soy el único, la materia es una expresión de la energía, una forma de energía.
Lo importante de la energía es el uso que haces de ella. La energía radiactiva, se puede utilizar para hacer radiografías o para hacer bombas. Es por este motivo que no le voy a poner calificativos, sino que voy a hacer una llamada al uso responsable de la energía. Si las personas somos energía, tiene poco sentido decir que somos buenas o malas, tiene sentido ver si lo que hacemos con nuestra energía ayuda o daña y cómo utilizamos otras energías. Ver los fines y resultados de su uso, si contribuyen a la vida o la destruyen.
El planeta, con su atmósfera, es una enorme fuente de energía, así como el sol. Una energía que aporta vida a muchas otras, incluida la vida humana. ¿Estamos cuidando esa energía para la vida o estamos destruyendo lo que permite nuestra vida? ¿Nos responsabilizamos y pedimos a quienes nos representan que lo hagan, aunque pueda suponer algún cambio? O ¿Nos da igual la supervivencia de tantas formas de vida y energía, incluida la nuestra? Dejo estas preguntas para la reflexión. Sé que encontraréis las respuestas.
Podemos hablar de energía y sanación, también, aunque sea un giro brusco. Estamos viendo que es algo necesario, incluso los más ortodoxos aceptan la radiación como tratamiento de enfermedades graves, utilizando una forma de energía en la recuperación de la salud. Si la energía puede contribuir a la sanación, si las personas somos energía, entonces está claro: el Reiki y otras formas de trabajo energético pueden contribuir a la sanación. Además de los procedimientos ortodoxos de la medicina, la transmisión de energía (Reiki,…) debería formar parte de los procesos de recuperación de la salud, por su bajo coste, reducción de efectos secundarios, ninguna interacción,…
Otro día hablaré de la energía y su potencial creador, de la energía con la que modelamos nuestras vidas.
Abrazos sanadores.
Gracias por contribuir con tu energía, compartiendo tu experiencia a través de los comentarios. Pica debajo.

sábado, 10 de diciembre de 2011

SILENCIOS

Algunas repuestas se pueden dar con palabras, otras sólo se pueden encontrar en el silencio.
Vivimos en un mundo de ruidos. Pocas veces, a lo largo de nuestras vidas, podemos experimentar el silencio total. Hasta en el interior de nuestras casas, en la noche, nos llegan ruidos; algunos producidos por la propia casa: relojes, frigoríficos,… Otros procedentes de exterior: tráfico, sirenas, voces,… Finalmente, el silencio es una experiencia extraña, casi sobrecogedora.
Cuántas veces hemos oído alusiones a la bondad del silencio como: si tus palabras no pueden ser mejor que tu silencio, calla. Y aún así, nos resulta muy difícil no decir nada. Con las palabras tratamos de impresionar, de convencer, de demostrar,…, todo un mundo de apariencia. Lo que es real no necesita demostraciones. Utilizamos las palabras para herir, fustigar, insultar, humillar,…, en muchas ocasiones a quien no hemos podido impresionar o convencer. Por suerte, también utilizamos las palabras para consolar, apoyar, expresar amor, ayudar,… Las palabras son un modo de expresarnos. ¿Qué expresan las tuyas?
¿Puedes expresar con palabras un sabor, de forma que pueda reconocerlo sin haberlo probado? Las palabras tienen límites. Límites para transmitir las sensaciones, la belleza, la vida,…
Cuando te preguntas ¿qué me está pasando?, ¿qué estoy sintiendo?, ¿hacia dónde quiero dirigir mi vida?, ¿qué quiero realmente?,…, sólo puedes encontrar la respuesta en el silencio. Nadie puede decirte. Aunque, a veces, lo intenten.
Atrévete a experimentar el silencio. Lejos de los medios de comunicación, que te dicen qué pensar y qué sentir, de lo que oímos para no oír nuestros pensamientos, de lo que hacemos para no pensar,… Atrévete con el silencio de un cielo estrellado, atrévete a pensar libre-mente, atrévete a descubrir tus sentimientos, atrévete a hacer o no hacer, atrévete a vivir.
Un silencioso abrazo que se atreve.
Gracias por atreverte a compartir con tus comentarios el fruto de tus silencios.

viernes, 2 de diciembre de 2011

¿QUIÉN ERES?

¿Te lo has preguntado alguna vez? Si es así, ya has hecho una parte del trabajo. ¿Dónde te llevó tu respuesta? ¿Qué parte describió?  ¿Con cuál de los papeles que representas te identificaste?
Cierto, es una pregunta que no se responde fácilmente. Quizá, por eso, haya que repetirla con frecuencia.
Tenemos tendencia a identificarnos con lo que nos resulta familiar, como nuestro nombre. El nombre nos permite que nos llegue el correo, poder usar ciertos servicios, ejercer ciertos derechos,… Realmente, el nombre es una serie de signos como una contraseña de internet, del banco,… ¿Eres sólo una clave de acceso? Sí, también habla de tu linaje, de tu origen geográfico (cada vez menos) y de otras cuestiones. Nada de todo esto te dice quién eres. Podemos utilizar el nombre como base para un estudio numerológico y deducir aspectos de personalidad o, hasta tratar de deducir parte de tu cometido existencial. Sí, pero sigues sin saber quién eres.
Nos podemos identificar con el territorio (población, país, etc.). Esto da mucho juego, nos podemos enfrentar con todos los que no son de ese lugar, arrogarnos más derechos que los demás y, así, una larga lista. Muchos conflictos, incluso bélicos, nacen de esta identificación. Y seguimos sin saber.
Podemos seguir con las identificaciones por el color de nuestra piel, nuestro género, nuestra formación, el trabajo que desarrollamos, los deportes que practicamos, las ideologías, personajes o equipos que seguimos, personas frente a plantas o animales,… Perdón, ¿dije que no somos animales? Pues me equivoqué, de animales también tenemos mucho más de lo que creemos, sólo hay que ver cómo nos comportamos, nuestras necesidades básicas y cómo nos afectan. Podríamos escribir muchas páginas de cosas con las que nos identificamos y no saber quién somos.
No puedo decirte quién eres porque eres vida, que utiliza una porción de materia (tu cuerpo) para expresarse. Crear o destruir son formas de expresión. Realmente la destrucción no existe, la creas con tus actos, convirtiéndose en una forma de creación, a veces necesaria para la transformación. Mira lo que queda tras tu paso y elige qué quieres que quede a partir de ahora.
La vida se expresa a través de ti, también la conciencia que ve cómo te expresas, qué sientes, y es capaz de ver las expresiones de la Vida a tu alrededor.
Eres mucho más pero yo no puedo decírtelo sin limitarte, eres el universo infinito. ¿Cómo quieres que sea tu universo?
Las preguntas se suceden y, ¿cómo encontrar respuestas sin preguntas?
Un gran abrazo que no pregunta, que es una respuesta.
Deja tus aportaciones picando más abajo, en comentarios. Gracias.