sábado, 10 de diciembre de 2011

SILENCIOS

Algunas repuestas se pueden dar con palabras, otras sólo se pueden encontrar en el silencio.
Vivimos en un mundo de ruidos. Pocas veces, a lo largo de nuestras vidas, podemos experimentar el silencio total. Hasta en el interior de nuestras casas, en la noche, nos llegan ruidos; algunos producidos por la propia casa: relojes, frigoríficos,… Otros procedentes de exterior: tráfico, sirenas, voces,… Finalmente, el silencio es una experiencia extraña, casi sobrecogedora.
Cuántas veces hemos oído alusiones a la bondad del silencio como: si tus palabras no pueden ser mejor que tu silencio, calla. Y aún así, nos resulta muy difícil no decir nada. Con las palabras tratamos de impresionar, de convencer, de demostrar,…, todo un mundo de apariencia. Lo que es real no necesita demostraciones. Utilizamos las palabras para herir, fustigar, insultar, humillar,…, en muchas ocasiones a quien no hemos podido impresionar o convencer. Por suerte, también utilizamos las palabras para consolar, apoyar, expresar amor, ayudar,… Las palabras son un modo de expresarnos. ¿Qué expresan las tuyas?
¿Puedes expresar con palabras un sabor, de forma que pueda reconocerlo sin haberlo probado? Las palabras tienen límites. Límites para transmitir las sensaciones, la belleza, la vida,…
Cuando te preguntas ¿qué me está pasando?, ¿qué estoy sintiendo?, ¿hacia dónde quiero dirigir mi vida?, ¿qué quiero realmente?,…, sólo puedes encontrar la respuesta en el silencio. Nadie puede decirte. Aunque, a veces, lo intenten.
Atrévete a experimentar el silencio. Lejos de los medios de comunicación, que te dicen qué pensar y qué sentir, de lo que oímos para no oír nuestros pensamientos, de lo que hacemos para no pensar,… Atrévete con el silencio de un cielo estrellado, atrévete a pensar libre-mente, atrévete a descubrir tus sentimientos, atrévete a hacer o no hacer, atrévete a vivir.
Un silencioso abrazo que se atreve.
Gracias por atreverte a compartir con tus comentarios el fruto de tus silencios.

6 comentarios:

  1. Es fácil sentirse herido por las palabras de los demás, a veces quisiera haber tenido un escudo para protegerme porque a veces las palabras se clavan como lanzas en el pecho...Hace poco leí que si alguien te dice algo, huele sus palabras, si huele bien, prueba un poquito para saborearlas, pero masticalas antes de tragar, Incluso las palabras deben ser masticadas a conciencia antes de ingerirlas, porque es mucho mas facil escupir algo que sacarlo fuera una vez lo hemos tragado. Se que no necesito escudo, necesito silencio y seguridad en mi. Abrazos desde el silencio

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  2. Hola persona anónima!
    Siento tu dolor. Según mi modo de entender, no son las palabras lo que nos hiere, es cómo nos las tomamos. Alguien dijo que: no nos hace daño quien quiere sino quien puede. Las palabras hablan de quien las dice, no de quien las recibe, de su modo de juzgar. Utilizando tu expresión, si hablamos de un sabor, a unos les gustará, a otros no y, eso, no hace al sabor mejor o peor. En todo caso, les gustará a más o menos personas.
    Tienes razón, los escudos no sirven, sólo el Amor por ti, por la vida.
    Abrazos acogedores.

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  3. Alguien dijo,los sabios sólo hablan cuando tienen algo importante que decir,de ahi deduzco, silencio es sabiduria e inteligencia.
    Silencio es estár dentro de uno,y es una presencia que te puede hablar.Nos puede venir en el bullicio o en cualquier otra parte, pero muchas veces hay que ser valientes para escucharle.Nos puede decir cosas que no nos gustan, y descubrirnos en no hacer algo apropiado.
    Tenemos que ser valientes y saber escuchar al silencio.
    Abrazos que hablan.
    En el silencio M.J

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  4. Gracias por tu aportación M.J!
    El silencio es:¿podemos siquiera definirlo? Tal vez baste con escucharlo. Hay diferentes acepciones de silencio: interno, externo,... Sin silencio externo siempre será más difícil llegar al silencio interno aunque, como bien dices, no sea imposible.
    Los maestros dijeron: en caso de duda, escucha tu conciencia. Esa otra presencia.
    Gracias por ser valiente.
    Abrazos que acogen en silencio.

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  5. Ay, Antonio!

    El silencio interno no es tan fácil de lograr por el ensordecedor ruido de los propios pensamientos sin verbalizarlos siquiera. No tanto por el ruido externo.

    El silencio interno es difícil de encontrar. No es falta de atrevimiento; es falta de práctica...

    Hay quien emplea en lograrlo una vida entera. Hay quien emplea una vida entera para intentarlo y no lo consigue. Es el control del propio pensamiento que chilla, confunde, distrae, engaña...

    Quizá un día...

    Si lo lograra, cosa que me ha sido vedada hasta ahora, te lo contaré!

    Gracias por la reflexión.

    Un abrazo!

    R

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  6. Gracias Menuda, R!
    Lo importante, es intentarlo. Algunos se pasan una vida buscando la iluminación, sin encontrarla, y otros ven la luz en un instante. Lo difícil es mantenerse, siempre más fácil después de una primera vez.
    Más abrazos.

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