Comenzamos un nuevo año, un espacio de tiempo cuya medida ha ido cambiando a lo largo de la historia, aproximadamente el conjunto de las cuatro estaciones climáticas y astronómicas. Este, dicen, es un año especial, un año de cambios.
Tal vez, los cambios no sean tan bruscos ni vengan de fuera. Nosotr@s somos quienes cambiamos, l@s responsables del cambio mundial.
A mi modo de entender, sí estamos en un momento de cambio como nunca antes en la historia de la humanidad. No tenemos referentes de algo similar en la historia de lo que hemos llamado civilizaciones. Hay cambios externos como el, ya indiscutible, cambio climático. Cierto que ha cambiado reiteradamente desde antes de la aparición de la especie humana y lo ha seguido haciendo después, pero nunca con la rapidez que estamos forzando. Una atmósfera irrespirable para los humanos y muchas otras especies se limpió de CO2 gracias a las plantas y, finalmente, este CO2 quedó en el subsuelo en forma de carbón y petróleo. La especie humana es la responsable de devolver una gran parte a la atmósfera, por la combustión de estas energías fósiles en menos de 200 años, provocando el efecto invernadero, el calentamiento del mar,…, y sus consecuencias: deshielo, aumento de presión sobre los fondos marinos, terremotos a consecuencia de esto,… Lo que está sucediendo, lo conocéis.
Opino que lo que sucede en el mundo, es consecuencia de lo que sucede en nuestro mundo interior. Que todas las personas que vivimos este momento estamos aquí porque así lo hemos elegido. Que es nuestro momento y nuestra responsabilidad. Que debemos hacer el cambio interno para poder llevarlo hacia el exterior, posibilitando la pervivencia de nuestra especie y de las muchas otras que estamos, o acabaremos, extinguiendo. No hay escusas. La crisis económica habla de un modelo insostenible y, si sólo queremos perpetuar el modelo, puede suceder que nadie lo disfrute.
No quiero ponerme catastrofista. Todo lo que digo es verificable, incluso algunos científicos ponen plazos cortos, más cortos que una vida humana occidental, para comenzar a vivirlo.
No esperemos a que cambien los demás, a que otros hagan los cambios. Esto también es una escusa. Cambiemos para que este planeta nos permita seguir viviendo, disfrutando de la maravillosa experiencia de la vida en él.
Sé que juntos podemos. ¡Hagámoslo! Ya no es tiempo de hablar solamente. Es tiempo de hacer. Hagamos un año memorable, aquel en el que la conciencia se hizo presente y posibilitó el futuro.
¡Os quiero!
¡FELIZ, AMOROSO Y CONSCIENTE 2012! ¡QUE LA ALEGRÍA Y LA LUZ LLENEN LOS CORAZONES!
Abrazos de vida y esperanza.
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Estoy de acuerdo, todo lo que pasa en la Tierra es el reflejo de nuestro interior,muchas veces asusta como nos comportamos, hemos construido una sociedad individualista y competitiva con intereses propios que no nos lleva a la felicidad,sino al contrario, nos destruye y nos enferma.
ResponderEliminarEs sabido que el 2012 es un año de cambios.La relación del hombre con la naturaleza no es buena,la estamos destruyendo sin ser demasiado conscientes, como a nosotros mismos.Supongo que siempre hay que tener esperanza,pero el guión no lo escribimos nosotros,pero sí somos los protagonistas y algo podremos hacer.
Abrazos que reivindican por un mundo mejor
Gracias por tu aportación M.J!
ResponderEliminarCreo que sí escribimos parte del guión. Al final, es nuestro interior el que se manifiesta. Si esto es así, sostenemos creencias y visiones del mundo que este manifiesta, para que tengamos razón. En cualquier caso, bienvenida a los cambios.
Abrazos.