Volvamos a la ilusión como fuerza transformadora, ¿hay alguien que no haya hecho alguna cosa con la ilusión de cambiar algo? Seguramente no. Las personas tenemos la ilusión de haciendo algo, nuestra vida cambiará y seremos más felices. Desde ahí, hacemos algo para impresionar a una posible pareja, para conseguir un trabajo mejor, para liberarnos de algo que nos duele, para…
Si somos conscientes de ese impulso y lo utilizamos conscientemente para transformar nuestra vida, tendremos la sensación de ser más felices. En lugar de darle vueltas a lo que no nos gusta, podemos decidir cómo queremos ser y caminar hacia allí. No es tan importante de dónde venimos como a donde queremos llegar. La ilusión nos permite superar los límites que hemos aceptado y reconocernos como seres creadores de mundos, de nuestro mundo.
¿Cómo quieres ser a partir de ahora? ¿Qué cambiarías para sentirte mejor?... Esto no cambia la esencia de quién eres pero sí la sensación del personaje que has creado, y con el que te identificas, permitiendo que esa identificación tenga menos de sufrimiento y más de alegría de vivir.
¡Feliz e ilusionante transformación!
Abrazos que desbordan ilusión.
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