viernes, 30 de marzo de 2012

ILUSIÓN

La ilusión es una fuerza transformadora de primer orden. Acepto que en ocasiones nos desilusionamos y nos duele, de ahí que en algunas escuelas se asocie la ilusión con el dolor. Acepto también, que en otra de sus acepciones, se asocia con lo no real: ilusionismo. Esta forma, llamada magia en ocasiones, nos presenta lo aparente y no lo real, como la mayoría de las cosas que vemos o hacemos cada día sin que pensemos que estamos en un espectáculo de ilusionismo.

Volvamos a la ilusión como fuerza transformadora, ¿hay alguien que no haya hecho alguna cosa con la ilusión de cambiar algo? Seguramente no. Las personas tenemos la ilusión de haciendo algo, nuestra vida cambiará y seremos más felices. Desde ahí, hacemos algo para impresionar a una posible pareja, para conseguir un trabajo mejor, para liberarnos de algo que nos duele, para…

Si somos conscientes de ese impulso y lo utilizamos conscientemente para transformar nuestra vida, tendremos la sensación de ser más felices. En lugar de darle vueltas a lo que no nos gusta, podemos decidir cómo queremos ser y caminar hacia allí. No es tan importante de dónde venimos como a donde queremos llegar. La ilusión nos permite superar los límites que hemos aceptado y reconocernos como seres creadores de mundos, de nuestro mundo.

¿Cómo quieres ser a partir de ahora? ¿Qué cambiarías para sentirte mejor?... Esto no cambia la esencia de quién eres pero sí la sensación del personaje que has creado, y con el que te identificas, permitiendo que esa identificación tenga menos de sufrimiento y más de alegría de vivir.

¡Feliz e ilusionante transformación!

Abrazos que desbordan ilusión.

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viernes, 2 de marzo de 2012

LA PIEL

Nuestra protección natural y vehículo de comunicación se convierte, en ocasiones, en una limitación. Las normas sociales la han demonizado durante siglos en la cultura occidental y después se han exportado estas normas al resto del mundo.

Ver el cuerpo del otr@, tocarlo, amarlo,… pude ser un riesgo mayor, con penas más severas, que agredirlo,… No puedo encontrarle sentido a esto.

Una buena parte de ese rechazo, tiene que ver con la sexualidad, el impulso humano perseguido por excelencia. La imposición de las normas por la fuerza la ha convertido, en ocasiones, en un juego de fuerza y poder que la desvirtúa. Creo que esa persecución es la que enrarece la sexualidad, uniéndola a otras prácticas prohibidas, alejándola de la expresión de afecto, de amor, de placer, que la dan sentido. El hecho reproductivo es otra faceta de la sexualidad, que puede acompañar a las anteriores o no. Ahora, las técnicas de reproducción asistida, muestran que la sexualidad no es imprescindible en este caso.

Creo que gracias a la sexualidad hemos sobrevivido como especie y que es una energía de vida, la única capaz de transmitir la vida en toda su plenitud. La vida es ilusión, alegría, afecto, ayuda, satisfacción, encuentro, unión, aprendizaje,… Todo ello se da en un encuentro sexual pleno, no limitado por las normas, modas o costumbres.

No niegues la belleza de toda tu piel, no te avergüences de ella, no rechaces una caricia deseada, no niegues un abrazo,…, permítete vivir con gozo cada experiencia deseada.

Abrazos sinceros.

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